- El marisco debe ser cocido en agua de mar o en sustitución agua con sal (aproximadamente 60 gramos por litro) A su vez se suele cocer con laurel.
- Una cucharada sopera de sal (rasa) equivale a 15 grs.
- El marisco vivo se debe dejar morir en el frigorífico a ± 4º, el cual puede tardar 24 horas o en el congelador que puede tardar entre 25-30 minutos.
- El tiempo de cocción del producto se empieza a contar siempre que esté el producto dentro del agua, en cuanto esta empieza a hervir.
- Es recomendable el consumo del marisco los meses que contienen la “R”, principalmente de Noviembre a Marzo, ya que generalmente el resto de los meses tienen su ciclo de reproducción, en los cuales :
- Pierden peso.
- Cambian su caparazón o concha.
- Su carne es blanda
- Disminuye su sabor y textura.
- No tiene corales.
- Los mariscos congelados deben ser descongelados en la nevera poco a poco.
- Todo marisco que huela a amoníaco estará en mal estado.
- La conservación del marisco cocido deberá ser en la nevera siempre tapado herméticamente o con un paño humedecido para que no se seque, aguantará 4 ó 5 días.
- Al cocer el marisco en casa y congelarlo se recomienda envolverlo en un paño húmedo (misma agua de la cocción), para que su carne no se seque y conserve sus propiedades y textura.
- Al cocer el marisco hay que tener en cuenta si está vivo, muerto o congelado:
- Vivo: Introducirlo en agua fría e ir subiendo poco a poco la temperatura para que no se le caigan las patas.
- Muerto: Introducirlo en agua hirviendo.
- Congelado: Se deberá introducir congelado en el agua hirviendo.
- El langostino, camarón, bogavante y gamba una vez cocido se debe meter en agua fría con hielo para endurecer su carne, la cual se contrae conservando sus propiedades y sabor.
- El berberecho, mejillón, navaja y la almeja siempre debe estar en mallas o atado debido a que cuando más cerrado se mantenga tarda más en morirse.
- Los moluscos que no den sensación de peso en la mano o que al chocarlos entre sí el sonido sea hueco es mejor desecharlos por vacios o por muertos.
- Todo marisco debe conservar su fresco aroma a mar. Sus brillantes matices de concha, sus texturas firmes y compactas y su jugosa carne.
- Al descongelar todo marisco es conveniente colocarlos en un escurridor evitando que estén en contacto con el agua que van soltando.
- No dejar que el marisco sobrante se recaliente en la mesa, meterlo en la nevera con un paño húmedo ya que su duración será inferior y se secará.
- El marisco se suele cocer con laurel, según dichos, por sus propiedades antioxidantes y su aromático olor muy compatible con el olor a mar del propio marisco.
- Todo marisco debe ser cocido en abundante agua (debe quedar completamente cubierto), a excepción de la almeja, el berberecho y el mejillón que se cuecen al vapor, (un poquito de agua en el fondo de una tartera).
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